Después de unos meses de parón, vuelvo por aquí para traeros una cerveza muy especial. Es especial porque es una cerveza Trapense, es decir se fabrica sólo y exclusivamente en monasterios Trapenses, procecentes de la orden del Císter. En la actualidad sólo existen 7 monasterios que elaboran estas exclusivas e inconfundibles cervezas.
La Trappe Quadrupel nace en la abadía Holandesa de Koningshoeven y aunque en la actualidad ya no la elaboran monjes, se puede englobar entre las cervezas trapistas.
El estilo Quadrupel es la variedad más fuerte que elbora La Trappe, se puede incluir dentro del tipo Strong Ale, debido a que su doble fermentación en botella le da una graduación alcohólica del 10% Vol.
Aunque es bastante su cantidad de alcohol, sus dos años de maduración, crean unos aromas afrutados muy complejos que lo enmascaran por completo, dandole un sabor agradable, con cuerpo, pero nada alcohólico.
Su color es de un ambar rojizo, con una espuma consistente, unas características típicas de las cervezas trapenses, que las hace inconfundibles.
Finalmente he de recomendarla, porque de todas las cervezas que he probado, incluidas las trapistas (excepto Westvleteren, que no he tenido ocasión de probar) es la mejor, cada vez que la pruebo me vuelve a sorprender como la primera vez. Una gran cerveza.